Ayer estaba en un restaurante con mi esposo Adam y hablábamos de lo que significa vivir desde el corazón.
La gran Maestra espiritual Maureen J St. Germain enseña que hay distintos tipos de almas que vienen a la tierra. Algunos son «way-showers» o guías que muestran el camino a los demás. Y otras personas vienen a la tierra como «guardianes»: a proteger y cuidar a los guías y maestros. Mi esposo Adam cumple con su rol de Guardián a cabalidad. El ha sido la persona más importante para ayudarme en este camino y no renunciar. ¿Tú tienes un guardián en tu vida?
Volviendo al tema.
Todo el mundo dice que quiere vivir desde el corazón pero parece que la vida “real” lo hace realmente imposible.
¿Cómo vivir desde el corazón en una sociedad que te empuja a pensar, calcular, contar, analizar y comparar? La sociedad está diseñada para vivir desde la mente y no confiar en el corazón.
Me causa curiosidad ver como algunos mensajes de espiritualidad, en vez de causarte paz y tranquilidad, te generan estrés.
Y hoy vengo a decirte:
Tranquila.
Aunque todos deseamos estar allí y muchos trabajamos día a día para vivir 100% desde el corazón, no siempre es posible y no siempre es totalmente práctico.
Disfrútalo cuando se pueda y cuando no, recuérdate que estamos en un mundo que todavía se rige por la mente.
Estamos en transición, claro.
Pero no estamos allí del todo.
Estamos en transición allá afuera porque estamos en transición aquí dentro.
Te pongo un ejemplo:
¿Te gustaría vivir en un mundo donde se usara menos plástico, se contaminara menos y hubieran menos enfermedades?
Todo el mundo quiere eso.
Pero, ¿Acaso has dejado tú de usar plásticos, reciclas todo lo que usas y solo compras productos sin tóxicos?
Ya sabes la respuesta.
Queremos un mundo que opere distinto, pero en gran parte nosotras todavía no operamos distinto.
La mayoría de personas no vive 100% desde el corazón todo el tiempo, o desde su signo, o desde su diseño, o desde su Ser superior entonces no te presiones a tener que hacerlo el 100% de las veces.
Todavía no estamos todas allí.
Estamos en transición.
Nuestra mente busca cómo volvernos esclavas de alguna forma: del pasado, de lo que sabemos, de lo que no sabemos, de lo que necesitamos saber, de tus grandes sueños y ambiciones. Estamos siempre mentalmente en otro lado.
A la mente, en particular, le encanta hacerte esclava de las etiquetas de tu vida:
“Diana, es que mi Luna en Venus me hace hacer X”.
“Diana, es que soy Manifestadora entonces no debería X”.
“Diana, soy eneagrama 7 entonces por qué todavía X”.
“Diana, es que en Gene Keys me dijeron que X”.
Amo todos esos recursos y herramientas, pero ¡mucho cuidado!
Cuando esas etiquetas, signos, diseños y arquetipos te causen más presión que paz, no estás viviendo desde el corazón.
Porque vivir desde el corazón significa tratarte a ti misma como la más delicada flor, sin juicio. Sin arrepentimientos. Sin obligaciones. Sin “debería ser”.
He visto a demasiadas personas llegar a “odiarse”: Entre más se conocen, entre más tests de personalidad hacen, entre más capas profundizan de su psicosis, más sienten que será absolutamente imposible sentir paz.
Es como si estudiar más capas de si mismas, les agrandara el vacío.
¿Te ha pasado?
Solo hay una forma de vivir más allá de las etiquetas.
Más allá de los signos, tipos, arquetipos y diseños.
Y es experimentar la Gracia.
La Gracia no te pide absolutamente nada. La Gracia no te pide ser rápida, o extrovertida, o segura, o intuitiva, o creativa. La Gracia no te pide nada.
Plantéate que todas y cada una de esas etiquetas son directamente relacionadas a tu encarnación en esta vida, muchas con tu lugar, fecha y hora de nacimiento.
Entonces por naturaleza ya vienen regidas con algunos elementos de limitación.
Algunos de tus arquetipos y preferencias vienen condicionadas por personas ajenas a ti, que pertenecen a tu encarnación actual: tus padres, hermanos o amigos. El momento cultural e histórico en el que naciste juega un rol enorme en tus juicios hacia ti mismo y hacia los demás.
Algunos de tus impulsos más salvajes y naturales, vienen por lo que has tenido que sobrevivir en esta vida. No vienen “de fábrica” sino que son impuestos, creados y condicionados.
Lo que quiero decirte es esto:
Hay mucho de ti que nunca fue creado por ti.
Alguien te lo impuso.
No puedes seguir culpándote o viviendo bajo limitaciones que en gran parte no fueron creadas por ti.
Pero, allí no es donde termina la historia.
Hay una verdad acerca de ti, que está más allá de las limitaciones de tu encarnación.
Hay una pureza dentro de ti que te mira y que sabe todo lo que en realidad sí eres.
Habitar esa presencia de la Gracia es nuestra única salida a vivir limitadas por las etiquetas.
Esta práctica de acceder a la Gracia, al vacío, a la presencia, a la verdad más allá de los límites de tu encarnación es una de las experiencias más importantes que viviremos juntas en Riqueza del Alma. Porque en esa fuente de Gracia es donde habita esa mujer que gana más, se organiza mejor y multiplica su dinero de manera contundente. Allí habita la mujer libre.
Aquí afuera sometida a las etiquetas, a la historia de tu vida, a tu crianza de clase media, a las compras compulsivas, a las tentaciones de Instagram, aquí afuera no está esa mujer líder y sabia con su dinero.
¿Te atreves a conocerla?
¿Te gustaría experimentar tu vida, más allá de las etiquetas?
Con amor,
Diana
Un comentario
Muchísimas gracias Diana por el contenido que compartes, la verdad es que todos estos años que te he seguido y he leído muchos de tus artículos y tus correos, pues siempre me inspiras y me animas a seguir adelante. Muchas gracias.