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Tu vida espiritual te pide disciplina

El 2021 me dediqué a varios entrenamientos avanzados bastante intensos, como un Shamanic Apprenticeship (Aprendizaje Shamánico de un año del que voy por la mitad) y Terapia de Energía Integrada.

Y quiero decirte que, a unas semanas del proceso, me dolía todo más que nunca. Y esto bajo ninguna circunstancia significa que he retrocedido: significa que he avanzado a atreverme a mirar y sentir cosas que nunca me había atrevido a mirar. 

¿Sabes por qué el mundo está en caos?

Porque las personas no despiertan lo suficientemente rápido. Y las personas no despiertan porque nunca tienen un segundo para atreverse a mirar y sentir.

No quieren sentir y prefieren distraerse. 

Si estamos distraídos nunca logramos el nivel de silencio y concentración requeridos para que se calmen los pensamientos, se regule el sistema nervioso, se aclaren las emociones y te sorprenda la voz del espíritu.

La presencia Divina no grita. 

Nunca lo ha hecho y nunca lo hará.

Por eso se encuentra solamente en la calma y el silencio. Aquel que no nos dedicamos a buscar de forma disciplinada, sino cuando «tenemos ganas» o cuando estamos en una crisis. 

Las personas aman comparar la vida espiritual solo con fluir, dejar ir y ser espontáneo.

Pero nunca les gusta ver la realidad: que no hay nada que te requiera más disciplina que la vida espiritual comprometida.

Que la meditación diaria y constante, no siempre es fluir y con ganas. Que estás entrenando músculos de varios sistemas en tu cuerpo. Que hacerte disponible a la práctica para ganar sobre los impulsos de la carne es tan importante como hacerlo cuando tienes muchas ganas.

Tu vida espiritual te pide disciplina y dominio propio. Y esto, no es una frase que obtenga muchos likes en Instagram.

Pero si tú estás en esta lista es porque te interesa saber todos los ángulos de la verdad, y no solamente los posts color de rosa que igualan espiritualidad con afirmaciones.

¿Por qué duele el cuerpo cuando pasas por procesos espirituales?

Duele más porque te abres a sentir y amar más. Y eso te deja la carne más tierna.

Duele más porque decides desintegrar la coraza que tuviste que crear para sobrevivir en la tierra. 

Duele más porque te haces vulnerable en vez de seguir siendo una persona dura e intocable. 

Una creencia errónea es pensar que entre más espiritual te vuelves menos sientes en el cuerpo. Hay una tendencia a separar nuestro ser espiritual y carnal como dos entidades. En el pasado esto fue necesario por el nivel de consciencia global, pero hoy día se integra la experiencia todo en uno: todo lo espiritual lo sientes en el cuerpo. 

Para aquellos de ustedes que enseñan espiritualidad:

  • 1. Por favor no demos mensajes confusos a nuestros alumnos. No somos mejores en el piso meditando. Somos un tesoro en el mejor y en el peor de los días. 
  • 2. No les pidas hacer cosas a tus alumnos que no estás dispuesto a hacer tú. Tus alumnos solo podrán comprometerse tanto como tu propio nivel de compromiso. 
  • 3. No les pidas hacer cosas que tú no has hecho. Como perdonar a tu padre o a tu ex-pareja. Como dejar de juzgar si una persona se pone la vacuna o no. Yo me puse la vacuna y respeto a quien no se la pone. Yo no puedo imponer ni ellos tampoco a mí. Pero ¿Sabes cuántas personas y colegas espirituales me han dicho cosas hirientes por ponerme la vacuna? Entonces, ¿Qué es más espiritual? El juicio es más venenoso para tu cuerpo que la misma vacuna. 

Todo esto me ha llevado a cambiar la forma como veo mi vida espiritual. 

En vez de ver partes de mi vida como sanadas o «en la luz», hoy lo veo así:

Hay partes de mi vida que han sido liberadas, y otras no. 

Hay partes de mi vida que han sido liberadas del control del ego y la separación y ya no están bajo su control.

Y esta liberación no es permanente ni para siempre. Que solo la disciplina de mi vocación las mantiene libres. Que si abandono mi práctica con las distracciones, esas partes de mi vida corren aceleradamente a su prisión de juicio y separación. 

Y eso es quizás lo más importante que te diga hoy: 

Las personas son atraídas a las partes liberadas de tu ser. Las personas repelen y rechazan las partes aprisionadas de tu ser. 

Nos puede tomar toda una vida liberarnos completas.

¿Pero acaso no es ese el propósito de la vida?

Recordar quién somos y regresar a la Unidad por la gracia Divina. Y puedes recordarlo todos los días, con la disciplina de tu práctica espiritual, liberando y manteniendo libres las distintas partes de tu vida.

Abrazando a las personas que llegan a tu vida naturalmente por lo que hayas tenido el coraje de liberar en ti. 

En el 2022 no solo medites.

En el 2022, libérate. 

Te mando mis mejores deseos por un 2022 libres.

¿Esto ha conectado contigo?

Con amor, Diana

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